Entre la cantidad de años de historia que el cristianismo goza, no podemos dejar de lado el hecho de que hubieron periodos muy buenos: de pureza, expansión y satisfacción. Periodos de mezclas, corrupción y confusión.
Dentro de estos periodos hay uno muy importante por la cual la iglesia en sus comienzos tuvo que pasar. Este periodo fue la persecución. A la vista muy superficial, pareciera que la persecución fue algo sumamente negativo, pareciera que la iglesia estuviera vencida. Pero al profundizar bien, encontramos que al sufrir la persecución, la iglesia se vio favorecida en muchos aspectos como por ejemplo la expansión a tierras nuevas y la depuración de falsos cristianos y líderes problemáticos.
De por sí, el hecho más prominente en la historia de la iglesia en los siglos segundo y tercero fue la persecución del cristianismo por los emperadores romanos. Aunque vale aclarar, esta condición no fue continua, era a menudo repetida por años a la vez y propensa a estallar en cualquier momento en formas terribles. [1]
I. LAS CAUSAS PRINCIPALES DE LAS PERSECUSIONES
Al poco tiempo de existencia, chocó el cristianismo con los poderes Romanos, con lo cual se llegó a las persecuciones, que llenaron los tres primeros siglos. Al parecer los cristianos pasaban desapercibidos por un momento antes de ser perseguidos ya que se los consideraba una secta de los propios judíos.
Marcándose las diferencias entre judíos y cristianos, el Estado romano tomó represalias en contra de ellos. Algunas de las causas de las persecuciones fueron:
Al estado Romano le molestaba mucho el rechazo que hacían los cristianos hacia los dioses y al culto oficial prácticamente obligatorio del Estado.
Con esto se fue formando un ambiente que presentaba a los cristianos como personas sin conciencia y, como solía decirse enemigos del género humano.
En segundo lugar, hay que tener presente la actividad de los judíos, los cuales, sea para echarse encima la odiosidad de que ellos eran objeto, sea por su antipatía al cristianismo, fomentaron por todos los medios aquel ambiente hostil.
Y más tarde se añadió la razón del Estado, es decir, el considerar a los cristianos como incompatibles con Roma.[2]
Otra principal causa, es que al extenderse el cristianismo, el temor invadió el estado romano de que los cristianos sean mayoritarios a ellos y terminasen con el imperio mismo ya que el cristianismo se extendía rápidamente a lo largo y ancho del imperio romano.
a- Algo sucedió
Nerón personificó el odio que el pueblo tenía hacia la nueva religión instaurada en el imperio, creyéndose que fue este Emperador quien originó el terrible incendio de Roma que duró nueve días. No se contento con culpar a los cristianos, si no que mostros su prendida cólera de la manera más bárbara, llegando al extremo de impregnar los cuerpos de aquellos mártires con brea derretida y quemarlos vivos (el énfasis es mío); a otros los mandó coser pieles de bestias feroces y echarlos a los perros para que estos los hicieran trizas.[3]
Otra causa que promovió las brutales persecuciones fue en parte la legislación romana. Por ejemplo, hay un tenor llamado Las Doce Tablas de la ley romana, que prohibía todo tipo de religión extranjera en todos los dominios del imperio; más, a fin de conciliar las provincias conquistadas, se habían acostumbrado a tolerar el culto de su religión. Pero curiosamente, cuando apareció el cristianismo como religión se puso en vigor y con mano dura la ley antigua. Los cultos diferentes que realizaban los cristianos fueron declarados expresiones antagónicas al Imperio; los acusaron, diciendo que no obedecían las leyes y que estaban ansiosos de formar parte de la primera insurrección que hubiese[4].
Muchas veces los cristianos eran acusados de ejercer prácticas inmorales en sus servicios religiosos. A veces los vecinos calumniaban y denunciaban a los cristianos de hacer cultos misteriosos en sus hogares ya que los veían entrar (en secreto para no ser acusados).
Otras veces eran acusados de hasta las inclemencias naturales tales como los temblores, tempestades, epidemias e inclusive derrotas en el ejército.
Un dicho muy famoso rondaba por entre los habitantes paganos de Roma “Si el Tíber sale de madre, si el Nilo no riega los campos, si las nubes dejan de llover, si hay temblores, si hay hambre o tempestades, el pueblo grita siempre: echad a los cristianos a los leones”.[5]
Tan difícil era soportar para los cristianos estas cosas que solo les quedaba aferrarse con todas sus fuerzas a la fe del Señor.
Más aún, algunos emperadores se encolerizaban muchísimo al notar la devoción que los cristianos tenían a Jesús. Lo decididos que eran los cristianos al morir por cualquier costo con tal de ser fiel a Cristo.
Algunas leyes romanas declaraban que estaba prohibido el fanticidio, la magia o el incesto. Muchos cristianos eran acusados falsamente de estas cosas y llevados a la muerte o a la cárcel.
En forma de resumen los puntos más importantes de las causas por la cual las persecuciones sucedieron fueron:
1. La conducta inclusiva del paganismo y la conducta exclusiva del cristianismo.
2. La adoración a los ídolos entrelazada con la vida.
3. La no adoración al emperador.
4. El judaísmo reconocido.
5. Las reuniones secretas de los cristianos.
6. La igualdad de la iglesia cristiana.
7. Los intereses económicos.
b- Los mártires
No se puede continuar la reseña de las persecuciones sin saber algo básico sobre los mártires.
El mártir es un testigo de Cristo hasta la muerte. El mártir es una persona que decide ser fiel a Dios sin importar lo que las demás personas digan y piensen. El estado al contradecir los mandatos Divinos, el mártir se ve afectado ya que es el primero en ser buscado por violar los estatutos del gobierno.
Pero los estudiosos de la historia eclesiástica definen sin llegar a un acuerdo dos tipos o clases de mártires: primero la palabra martyr (gr.) da el sentido de “testigo de la verdad aún por medio de sufrimientos y peligros”. En este sentido no indica todavía precisamente el testimonio de sangre, pero se acerca a él. El segundo paso consistió en limitar su sentido a los testigos, que en las persecuciones daban el testimonio de la verdad con su sangre, es decir, el que da la vida por Cristo y por su fe.[6]
Los cristianos primitivos tenían mucha devoción por los mártires y empezaron a redactar las llamadas martiriologías donde entran tres tipos de actas o relatos ellas son: -las pasiones, los protocolos de proceso y leyendas.[7]
En resumen, se presentarán los mártires más famosos junto con el periodo de los emperadores que ordenaron sus muertes:
1. Desde Trajano hasta Antonino Pio, 96-161 DC: a. Simeón. b. Ignacio.
2. Marco Aurelio, 161-180: a. Policarpo. B. Justino Mártir.
3. Septimio Severo, 193-211: a. Leónidas. b. Perpetua y felicitas.
4. Valeriano: 254-260: a. Cipriano Sexto, 258.
5. Dioclesano, 303-305[8]
Así y todo, tal vez los mártires nos pueden enseñar una gran lección a los cristianos del siglo XXI. Estas personas dejaron su vida, fueron humillados hasta la muerte, no les importó su vida terrenal, ellos veían a Jesús y su vida en el cielo cuando él viniera.
Con el fenómeno de los mártires el evangelio se propagaba cada vez más, por que cada vez que mataban a un cristiano, se convertían muchos más.
II. LOS PERSEGUIDORES
Conocer quienes fueron los emperadores que persiguieron a la iglesia en sus comienzos es sumamente necesario. Algunos emperadores fueron muy duros con la iglesia, mientras que otros se dejaban influir siendo muy ambiguos con sus decretos.
Como ya mencionamos en la introducción, las persecuciones llevadas a cabo por los emperadores no eran continuas, si no que eran esporádicas y muchas veces incitada por algunos pocos.
Pero otras veces eran realizadas por emperadores celosos y temerosos de su propio Imperio y realizaban a mano alzada el derramamiento inocente de los cristianos.
En resumen se nombraran algunos emperadores que persiguieron a la iglesia y cuales fueron los edictos o decretos principales que dictaron:
1. Nerón. Año 64, en Roma. Se acusa a los cristianos de incendiar la ciudad. La mayor parte de la persecución es por un estallo de frenesí y odio. No hay muchas evidencias para castigar a un cristiano. Sucede la Muerte de Pedro y Pablo en Roma.
2. Trajano (98-117). “Contagio de la superstición”. En Bitinia. Conocida por Carta de Plinio el Joven a Trajano. Ignacio de Antioquia muere. Escribe siete cartas en el camino a su suplicio en Roma. Había una política de ignorar a los cristianos , pero sin dejar de perseguirlos
3. Marco Aurelio (161-180). Este emperador es un acérrimo perseguidor. Se acostumbraban las muertes por animales feroces. Se procuraba restaurar la sencillez romana y excluir las innovaciones religiosas. Condenados el apologista Justino en Roma, y en Esmirna el obispo Policarpo, discípulo de Juan y catequista de Ireneo de Lyon. Policarpo testifica del culto a las reliquias de los mártires. Eusebio conserva carta de la persecución en Lyon (177).
4. Ley de Séptimo Severo (193-211).Severo considerado uno de los emperadores mas crueles dirigido hacia el cristianismo Prohibido el proselitismo judío y cristiano.
5. Maximino (235). Hace morir al clero para debilitar a la religión.
6. Desde Decio (249-251) a Valeriano (253-260). El imperio es amenazado en las fronteras. Decio quiere asegurarse la lealtad de los civiles. Todo ciudadano debe sacrificar a los dioses del imperio y al emperador. Deben obtener un certificado de haberlo hecho. (250). Muchos sufren martirio, pero también muchos sacrifican. Persecución es sorpresa luego de largos años de paz y tolerancia. Cipriano, obispo de Cartago describe deserciones y divisiones en la iglesia vuelta la calma.
Valeriano quiere lograr la unidad del imperio contra los persas. 257 toma medidas contra el clero y prohíbe culto y reuniones en los cementerios. 258 mueren los que se niegan a sacrificar.
· Galieno publica edicto de tolerancia de 261. Crece la iglesia por 40 años.
7. Última gran persecución. Diocleciano (285-313). Persecución más dura de 303-313.
Diocleciano reorganiza el imperio en tetrarquía y gobierno totalitario. Culto al soberano alcanza apogeo. Gran pompa, se mezclan elementos políticos y religiosos. Persecución de soldados cristianos, se destruyen libros sagrados, lugares de culto (muchos morían al estar dentro del templo), pérdida de derechos jurídicos, sacrificio general, condena a las minas o a la muerte. Intensidad varía según el sector del imperio y del tetrarca. Dioclesano utilizo a numerosos esclavos cristianos para realizar algunas de sus lujosas construcciones.
· 313 Paz general gracias al Edicto de Milán acordado entre Constantino y Licinio.
III. LOS BENEFICIOS DE LA PERSECUCION.
La persecución allegó a las iglesias entre sí, y ejerció influencia hacia la unión y el gobierno. Cuando en cualquier tiempo los poderes del estado se alienaban en contra de la iglesia, se comprendía la necesidad de dirección eficiente; surgían los dirigentes para la ocasión y la necesidad que duró por siete generaciones hizo que la forma de gobierno fuese permanente[10].La semilla de los perseguidos y muertos daba sus frutos haciendo que la iglesia creciera en forma rápida. Al extenderse los cristianos por todos los rincones del imperio, el evangelio llega a lugares donde no podría haber llegado de otra manera.
CONCLUSIÓN
La investigación sobre este tema es muy amplia. De hecho se ha desarrollado en términos muy generales.
Pero podemos sacar varias lecciones sobre este periodo de turbulencia para la iglesia.
En primer lugar, el Señor está atento a las cosas que les suceden a sus hijos, Dios sufre al ver a sus hijos perseguidos y hostigados. Pero también prueba para pulir su iglesia como al oro.
Los cristianos en los primeros tres siglos sufrieron la prueba de la persecución violenta por parte de los emperadores, así y todo hubo personas que se mantuvieron fieles y otras que no lo hicieron.
La pregunta que surge es ¿De que me sirve saber este tema? ¿Y como lo puedo aplicar hoy si sucediera algo similar? Tal vez hoy los cristianos son perseguidos de otra manera, aunque hay regiones en el mundo donde la persecución es violenta y parecida a las persecuciones romanas. Pero, el Señor espera que sus hijos le sean fieles y que estén comprometidos con su iglesia aunque reciban de parte del estado la presión y la amenaza de muerte.
Que importante es tener fe, convicción y firmeza ante las situaciones adversas. Sabemos que el enemigo puede inspirar a los dirigentes de hoy para perseguir al pueblo de Dios. Conocer en parte lo ocurrido en los primeros tres siglos puede ser de mucha ayuda.
BIBLIOGRAFIA
Becerra Sergio, material dictado en la asignatura Historia Eclesiástica, Unidad III, Pág. 18. marzo-junio 2009
Hurlbut Jesse L., Roswell Flower, Miguel Narro. La historia de la igl. Cristiana, Pág. 45, Ed. Vida.
Hurst Juan, Historia compendiada de la iglesia cristiana. Pág. 20. Cokesbury
Llorca.S. J, Manual de historia eclesiástica, Pág. 51, Labor.
[1] Jesse L. Hurlbut, Roswell Flower, Miguel Narro. La historia de la igl. Cristiana, Pág. 45, Ed. Vida.
[2] S. J, Llorca. Manual de historia eclesiástica, Pág. 51, Labor.
[3] Juan Hurst, Historia compendiada de la iglesia cristiana. Pág. 20. Cokesbury
[4] Ibíd.. Pág.21
[5] Ibíd.. Pág. 21
[6] S. J, Llorca. Manual de historia eclesiástica, Pág. 53, Labor.
[7] ibíd
[8] Jesse L. Hurlbut, Roswell Flower, Miguel Narro. La historia de la igl. Cristiana, Pág. 43, Ed. Vida.
[9] Dr. Becerra Sergio, material dictado en la asignatura Historia Eclesiástica, Unidad III, Pág. 18. marzo-junio 2009. Se realizaron algunas leves modificaciones, agregando tal vez más información.
[10] Jesse L. Hurlbut, Roswell Flower, Miguel Narro. La historia de la igl. Cristiana, Pág. 55, Ed. Vida.
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